Este artículo, titulado originalmente ¿Qué habilidades desarrolla según el instrumento que toca?, fue publicado el 29 de septiembre del 2020

“Saber tocar un instrumento le puede salvar la vida, o por lo menos, cambiarla”,esa la premisa de un buen número de películas de Hollywood. Sin ir tan lejos, tenemos el ejemplo de El pianista (2002), quien encarnado por Adrien Brody, conmueve a un kaiser que le perdona la vida; o la apasionante historia de El solista (2009) con Jamie Foxx y Robert Downey Jr.; o la biografía de Elton John en la piel de Taron Egerton para Rocketman (2019).

Por supuesto, también existen las historias de grandes músicos que a pesar de tener un talento, no les va del todo bien, como el baterista de The Whiplash (2014); el gran Johnny Cash en Walk the line (2005) y Ray Charles en Ray (2004).

Lo que sí tienen en común cada uno de estos músicos y fanáticos de las guitarras, los pianos y las baterías, es que desarrollaron un talento que los llevó a la fama y les hizo tocar el cielo. Por eso, un puñado de universidades se pusieron en la tarea de estudiar qué pasa en el cerebro de los músicos y qué habilidades desarrollan por encima de una quienes no tocan ni el triángulo.

A continuación vea lo que pasa en el cerebro de cada uno:

El pianista aprende y almacena de por vida

El doctor Timo Krings, de la Universidad de Harvard, explica que quienes tocan piano fortalecen los circuitos cerebrales, lo que facilita el aprendizaje de otras áreas. En un experimento, el Dr. Krings encontró que los pianistas tienen menos flujo sanguíneo en el lóbulo frontal que el promedio de la gente, lo que significa que necesitan menos energía para realizar actividades que impliquen pensar y resolver un problema.

Este estudio también reveló que los pianistas desarrollan una forma especial de expresarse, evitan dar respuestas estereotipadas, bien sea en una conversación o en una composición musical.

Batería: aprende rápido

La Universidad de Washington reveló que quienes tocan la batería pueden mejorar su capacidad de aprendizaje de idiomas porque los impulsos eléctricos de las neuronas se alinean con el tempo que hacen en el bombo en diferentes ritmos.

A esto se le suma un estudio de la Universidad de Karolinska (Estocolmo), en el que se encontró que los percusionistas son capaces de resolver pruebas de lógica más rápido que los otros músicos.

Por otro lado, la Universidad de Oxford reveló que cuando una persona empieza a tocar batería sus niveles de dopamina se disparan, esto los hace más tolerantes al dolor y a las ofensas.

Guitarrista: el de las cinco memorias

Un estudio de la Southern Connecticut State University reveló que aprender los aspectos técnicos de tocar la guitarra, como acordes, gama pentatónica, arpegios y diferentes formas de rasgar las cuerdas, estimulan el desarrollo de cinco clases de memoria.

Entre ellas están la memoria episódica, que trae a la mente un recuerdo exacto de cuando escuchó cierta melodía; de trabajo, que se enfoca en una tarea en especial para hacerla de la mejor forma posible; procedimental, que afina la capacidad para aprender competencias específicas; semántica, que instintivamente aprenderá a ordenar palabras de acuerdo a su entonación y memoria perceptiva que registra los sonidos de todos los instrumentos.

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Armónica: mejora la salud

La armónica, reconocida por sus clásicas apariciones en escenas de películas que transcurren en una cárcel, contribuye a tener una mejor salud física en todos los sentidos. Como se trata de un instrumento de viento que requiere inhalar y exhalar, resulta bastante útil para las personas que quieren aprender a manejar su respiración a la hora de dar un discurso, porque mejora notablemente la capacidad pulmonar.

Por otro lado, el New York Harmonic School comprobó que la armónica reduce el estrés, la ansiedad y la depresión, según un estudio aplicado en varios hospitales y centros de salud de Nueva York.

Para cada instrumento existen estos beneficios

No importa si quiere aprender un instrumento de cuerda, percusión o viento, lo importante es que todos tienen beneficios para canalizar sus sentimientos a través de su interpretación.

También sirven para reducir el estrés, insomnio y la depresión, porque no solo está ejercitando el cerebro sino su cuerpo, porque mejoran su postura.

Por último, pero no menos importante, la satisfacción de aprender, componer e interpretar su canción favorita en un instrumento es una sensación equipalabre a cumplir una meta o un sueño, por lo que su cuerpo libera dopamina y regula sus respuestas nerviosas encargadas de la expresión de las emociones.

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Brenda Luisa Bea Zamorano
Es editora, traductora y correctora de Ad Libitum. Su trayectoria en el mundo de la música comenzó como violinista desde los 8 años. Desde ahí prometió no dejar la música y lo ha cumplido.

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