Hace ya más de un año que empezamos con esta modalidad de clases online. No nos animábamos, daba vueltas con la idea, nos parecía que podía ser complicado. Nos tuvimos que decidir y enfrentar el reto y nos introducimos en una de las tantas plataformas que ya existían y surgió de allí mi primer y querido alumno Edvin desde Monterrey.
Desde ese entonces implementé esta modalidad y pude así conectar con gente de diferentes puntos de la republica y del mundo: Panamá, Chile, Perú, Nicaragua, Monterrey, Belice, etc. En México no se estilaba tanto pero con la pandemia se volvió en la única opción.
Y esto fue genial, especialmente para mucha gente dentro del país que no tenía acceso directo al canto clásico y moderno, gracias a que creció la oferta online, se pudo generar vínculos con personas desde Belice, Monterrey, Oaxaca, Perú, etc.

Nos dimos cuenta de cómo fuimos cambiando de pensamiento los profes y los alumnos sobre las clases online y lo que al principio parecía medio raro después se volvió en una gran oportunidad.  ¡Y cuanto nos enriqueció este camino! No solo como institución musical, sino como persona.

En medio de una pandemia, de miedos e incertidumbres, de momentos difíciles, nos fuimos conectando desde diferentes puntos del mundo. Soñando con muchos algún día conocernos y compartir un rato en persona.

Aprendimos a abrazar a la distancia, a contener y acompañar, incentivar a seguir soñando y a seguir creciendo juntos en este bello arte desde donde estemos.

Lo que aprendimos es que no hay límites cuando hay voluntad. Y que gracias a las redes sociales encontramos un mundo de gente que enseña, que aprende y que comparte.

Ojalá siga creciendo, aún cuando no hay un buen panorama para los artistas todavía. Pero como me dijo mi nuevo amigo que conocí en este medio, Jinna Rocha ¡Siempre habrá locos!

¡Gracias a cada uno de ustedes por estar del otro lado! Y cada alumno/a quien nos eligieron o elige en su camino

¡Ven a conocernos!

Estaremos encantados de conocerte, que visites nuestras instalaciones y explicarte con detalle nuestra metodología docente. Además podrás hablar sin compromiso con nuestros profesores sobre tus intereses e inquietudes.

Brenda Luisa Bea Zamorano
Es editora, traductora y correctora de Ad Libitum. Su trayectoria en el mundo de la música comenzó como violinista desde los 8 años. Desde ahí prometió no dejar la música y lo ha cumplido.

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