Memorizar la música
Aprender a fortalecer la memoria consciente es la clave para memorizar la música, y así, convertirse en un gran artista.
Una de las más grandes maestras del violín de todos los tiempos, Dorothy Delay, dijo una vez que los mejores artistas son aquellos que pueden memorizar más y mejores detalles.
Memorizar la música de forma tradicional
Tradicionalmente para memorizar la música se toca una pieza varias veces hasta convertir su interpretación en un automatismo (ensayos). Los músicos que practican esta forma de memorización rara vez tratan de poner la música en su mente consciente, ya que este tipo de método registra la música en nuestro subconsciente, es decir, en nuestra parte artística y expresiva del cerebro.
Durante una actuación, cuando la presión sobre el músico aumenta, resulta difícil mantenerse en el subconsciente (donde memorizamos la música). Cuando existe un nivel elevado de estrés, el cerebro hace consciencia y la mente del artista, intérprete o ejecutante puede irse a un color completamente blanco.
Memorizar la música mediante sombras
La práctica consiste en interpretar y memorizar una pieza sin tener el violín en nuestras manos. Es importante repetir por lo menos cuatro veces esta técnica con la partitura a la vista y cuatro veces sin la partitura. Debemos comenzar por aprender a la perfección una sola fila de la melodía seleccionada. Una vez lograda, continúe con el resto de la melodía utilizando el mismo principio. Este tipo de método desarrolla la memoria consciente y le da mayor solidez al aprendizaje dando como resultado una interpretación mas confiable.
Para memorizar la música de forma más eficiente, debemos realizar esta práctica por la noche. Algunas investigaciones señalan que el cerebro ensaya automáticamente toda la noche lo que hizo justo antes de irse a dormir.
Los practicantes de este método pueden complementarlo pronunciando en voz alta las posiciones de las que vienen y a las que van. Esto fomenta el desarrollo de una mayor capacidad de memoria fotográfica, y a su vez, le da un mejor sentido a donde la mano izquierda debe ser enviada utilizando la memoria consciente, haciéndola registrar las posiciones correctas del brazo y de la mano.
A través de este proceso, la memoria activa se vuelve cada vez más fuerte, como un músculo ejercitado, lo que permite memorizar conscientemente con mayor rapidez.
La práctica del violín mediante el método de sombras requiere mucha concentración y trabajo ya que el violinista no puede ocultarse detrás del instrumento. Debe basarse únicamente en el poder del cerebro para reconstruir la pieza. Los brazos y las manos no se mueven inconscientemente, el violinista sabe en todo momento en que lugar de la pieza se encuentran.
La técnica de las sombras ayuda a incrementar la confianza en nosotros mismos y a su vez, construye y mejora considerablemente la capacidad de interpretación.
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